Partiendo de un casco de fieltro 100% pelo de liebre; Se refresca con agua para reblandecer el engomado, aplicando vapor muy caliente se entalla en la horma correspondiente al encargo, una vez adaptada la copa se anuda un cordel de cáñamo para marcar la cintura del sombrero, se deja secar, posteriormente pasaremos a ir pasando la plancha por la copa para ir marcando los encuentros e ir fijando la dirección del pelo, después de otra fase de secado plancharemos el ala igualmente para definir el sentido del peinado, una vez que esté seco procederemos a fijar en la cintura la forma de la cabeza con la plantilla del conformador, marcaremos el tamaño del ala, cortaremos el sobrante.
Pasaremos a costura donde coseremos la badana de piel con su barboquejo, la cinta con o sin el vivo y el ribete todo ello a mano; una vez cosido el sombrero procederemos poner el forro y peinaremos la copa volvemos a poner la plantilla del conformador para el último planchado del ala, este se hace casi en seco, y después dejaremos secar a temperatura ambiente el sombrero pasando después a guardarse en su caja.
Para el mantenimiento de sus sombreros tanto si son de fieltro, van forrados en terciopelo (Catite o Calañés) o son de paja de toquilla (Panamá) les recomendamos que sigan los siguientes consejos:
Mientras no lo use mantenga siempre su sombrero guardado en su caja en posición horizontal procurando no poner elementos pesados encima de él y que no haya humedad. Evite dejar su sombrero en el interior de un coche en verano ya que las altas temperaturas lo dañan.
Nunca guarde su sombrero de fieltro con polvo, cepíllelo en primer lugar en el sentido de las agujas del reloj, así levantaremos el pelo y podremos sacar el polvo para seguidamente hacerlo en el sentido contrario para peinarlo, dando siempre con suavidad, con un cepillo que no sea muy duro.
Los sombreros que van forrados de terciopelo al ser más delicados se requiere una mayor atención, nunca se ha de dar con agua ni ningún liquido ya que podría dañar el tejido.
Cuando el paso del tiempo y el sol hayan dañado el color del terciopelo no dé por perdido el sombrero acuda a nosotros que este se lo sustituiremos por uno nuevo del mismo color o por otro diferente y dará la sensación de un sombrero nuevo.
Los de paja, al contrario, se les pasará un trapo ligeramente húmedo para limpiarle el polvo.
Pero la recomendación fundamental es que no intente reparar usted su sombrero si no tiene las herramientas necesarias, ya que podría ser irreparable.
